Bajan las aguas

Miles de habitantes que viven entre Santa Rosa y Toay (La Pampa, Patagonia Argentina) extraen agua del acuífero ubicado a decenas de metros bajo la superficie. Son miles y miles de litros los que sacan las bombas sumergibles, básicamente para riego. Y por eso el nivel del acuífero bajó 7 metros en los últimos diez años.

 

(Febrero de 2014)._  Hace unos días se sancionó una Resolución que regula la extracción de agua y ordena su uso. Si todos la cumplen, no habrá problemas de abastecimiento en los años que vienen, dicen los expertos.

El caso de Mari fue similar al de Mario y Paula. Todos son vecinos que tienen sus casas en la zona ubicada entre las ciudades de Santa Rosa y Toay, en La Pampa (Argentina). “Comenzó a tirar barro y tuve que hacer otra perforación más abajo para tener agua de nuevo”, dijo resignada Mari.

Ya no es novedad y son muchos los que tiene n problemas similares. “En los últimos diez años el acuífero de Toay bajó 7 metros”, decía el artículo periodístico publicado en el diario La Arena en enero último.

De campaña

Se está desarrollando una campaña de concientización sobre el uso responsable del agua del acuífero Santa Rosa - Toay. Organizada por la Secretaría de Recursos Hídricos (Gobierno de La Pampa), conjuntamente con los dos municipios, consiste en la difusión de la Resolución 2/2014. En casas, despensas, ferreterías, viveros y comercios de la zona, se reparte el material y se realiza una breve encuesta para conocer sobre tipos de perforaciones, sistemas de riego, etc.

Los geólogos Eduardo Mariño y Carlos Camiletti, junto con la ingeniera María Irribarra, explicaban al diario que de cada diez litros que se extraen solo vuelven 2. Más habitantes, más viviendas, más perforaciones y más extracción de agua sin control… todo en un perfecto combo a punto de explotar.

Los profesionales señalan que una familia tipo en la zona del Lowo Che (Toay) consume unos 287,5 metros cúbicos. Dicen que el 40% es para uso doméstico (baño, cocina, limpieza), un 53% para riego de parques y jardines y un 7% para el llenado y mantenimiento de las cientos de piletas que hay en la zona (presentes en el 75% de las viviendas).

Planificación

Se calcula que son más de 12.000 mil las personas viven entre las dos ciudades. Unas 3.000 casas fueron construidas sobre el acuífero Toay – Santa Rosa y casi todas, extraen el agua del acuífero ubicado a una decena de metros de la superficie.

“Hace dos años que contamos con herramientas legales que nos permiten hacer hoy una planificación y control en los acuíferos”, dice Néstor Lastiri, secretario de Recursos Hídricos del Gobierno de La Pampa. Según el funcionario, si se extraen sólo 1.200 litros por hora de las napas es un buen comienzo para solucionar esta problemática. “El problema es que las bombas sumergibles extraen 4.500 o 5.000 litros horas como mínimo y no hay recurso que aguante”, agregó.

A fin de enero de este año, la Secretaría de Recursos Hídricos (SRH), organismo competente y responsable del manejo del recurso, dictó la Resolución 2/2014, donde se fija una serie de cuestiones sobre el uso del acuífero Santa Rosa – Toay (ver “Resolución…”). En la misma se establece que no se podrán realizar perforaciones a más de 60 metros, que deberán estar a unos veinte metros entre sí, que se deberán regular las bombas para extraer unos 1.200 litros/hora y que existe una cantidad y horario para regar… “Si modificamos pautas de conducta podemos evitar un gran problema”, dijo Lastiri.

Las bombas sumergibles de 1,5hp y 2hp son las que comúnmente se instalan en los terrenos de la zona, aunque también hay hasta de 3 hp. Si no se regula su salida, pueden extraer de 5.000 a 12.000 litros por hora. “Así no hay acuífero que aguante”, dijo un profesional dedicado al tema.

Pozos ciegos

A la contaminación por extracción se le suma la que proviene de los pozos ciegos. Miles de litros de “aguas servidas” o “aguas negras”, terminan en cientos de pozos de unos metros de profundidad.

Hasta gran parte de la zona de quintas Santa Rosa - Toay no llegan las cloacas y los pozos “negros” se cuentan por cientos en la zona. “Las aguas residuales domiciliarias son, cualitativamente, la principal causa de contaminación de los recursos acuáticos superficiales y subterráneos”, explica Alejandro Mariñelarena, en un trabajo que propone una solución a este problema.

En julio de 2010, ECO publicó un informe completo sobre una técnica de construcción para mitigar los efectos adversos de los pozos. El sistema es conocido como terreno de infiltración, en donde las aguas residuales se depuran en tres etapas: la cámara séptica, el terreno de infiltración y el suelo.

“El tratamiento de las aguas residuales domiciliarias debe ser entendido como una necesidad, a fin de mantener condiciones adecuadas de salud e higiene para la población, conservar la calidad de las fuentes de agua y propender a un uso racional y sustentable de los recursos acuáticos”, decía la nota en el ECO.

(El “manual”, de unas 70 páginas, se puede bajar completo)

Riego

La zona resulta ideal: muy próximo a la capital pampeana y a Toay, buen acceso, terrenos amplios y agua de muy buena calidad.

El tema es que, sin reglamentación que lo obligue, cada uno decide a su antojo dónde realizar la perforación, el tipo de bomba y el caudal de extracción. ­

Según señalan técnicos y especialistas, el agua para riego es la principal causa de la baja en el nivel del acuífero. Son horas y miles de litros que salen de las napas.

Adhesión

Hasta hace unos días (ver “Resolución...”), no había norma que obligase a regular mínimamente el lugar, tipo de perforación y niveles de extracción.

Y el problema se agrava porque los municipios de Santa Rosa y de Toay no están adheridos al “Código de Aguas de la Provincia de La Pampa” (la única localidad que adhirió en la provincia es General Acha). Aprobado en 2010 y reglamentado un año después, permite establecer una serie de medidas para “preservar la calidad y cantidad de agua y aquellas que tiendan a un uso racional y eficiente del recurso”, y entre ellos, el del acuífero en cuestión.

Por eso la Resolución 2/2014, aprobada recientemente por la SRH, recomienda a los dos municipios involucrados (y sus respectivos Concejos Deliberantes), que se adhieran y se comprometan con la propuesta para establecer un uso racional de las aguas subterráneas.

Texto: Pablo D’Atri
Ilus.: Bibi González

PILETAS

Piletas

Según pudo saber ECO, más de 200 piletas se instalan en Santa Rosa por temporada. Entre un 30 y un 40 % se colocan en la zona de quintas entre Toay y Santa Rosa. Las últimas estimaciones y de acuerdo a datos suministrados por una de las empresas que comercializa piletas de fibra, en la zona Santa Rosa-Toay existen unas 800 piletas.

Las hay de diferentes medidas y formas, pero el promedio es de 7 x 3,5 m y 1,4 de profundidad. El volumen de agua que necesitan es de unos 45 mil litros.

 “No habría problema de carga porque en total necesitan la misma cantidad de agua que consumen en un día todas las casas que reciben agua por la red en Santa Rosa”, dice un instalador de piletas. “El problema es cuando se llenan todas en diciembre, en pocos días y de manera coincidente”, agregó.  Según opina, si se pudiese establecer un criterio rotativo del llenado, espaciado en el tiempo y contemplando la distancia de los lotes, el impacto sobre las napas sería mucho menor.

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