Estudiando fósiles

Desde hace más de un año una investigadora española está estudiando restos fósiles pampeanos. Los fotografía de frente y de costado y hasta les realiza una tomografía computada.

La secretaria del centro de diagnóstico de imágenes de Santa Rosa (La Pampa, Argentina) quedó perpleja frente al pedido. Por eso solicitó el nombre del médico cabecera, la autorización y el nombre del cliente. “Lo tengo en la cartera (al paciente)”, le contestó la solicitante… Había que realizar una tomografía computada a un resto fósil de varios millones de años…

Desde hace un tiempo, Penélope Cruzado Caballero visita el Museo de Historia Natural de La Pampa y le extrae información a piezas arqueológicas que se exhiben en ese centro educativo.

Penélope es bióloga, antropóloga y doctora en ciencias. Integra el Grupo de Investigación Paleontológica de Vertebrados de la Universidad de Zaragoza (España). Desde abril de 2013 se incorporó al Instituto de Investigación en Paleobiología y Geología del CONICET en General Roca (Río Negro). Allí realiza sus investigaciones postdoctorales en Biodiversidad de los dinosaurios hadrosáuridos durante el Cretácico Superior en la Cuenca Neuquina.

Nativa de las Islas Canarias donde existe un clima subtropical, ahora pasa sus días en las áridas tierras neuquinas del sur argentino. “Mi casa natal está a unos 10 metros del mar, por eso me llamó mucho la atención la sequedad que hay aquí”, dice.

Piezas de estudio

Mientras charla con "ecodigital" fotografía las piezas paleontológicas que tiene el Museo Provincial de Historia Natural de La Pampa. “El material que hay aquí es buenísimo y está muy bien conservado”, destaca.

La investigadora revisa los fósiles de un hadrosáuridos: el Lapampasaurus cholinoi, el dinosaurio “pampeano” que medía entre 5 y 6 metros de largo y que utilizaba su pico ancho y chato para cortar ramas y hojas de plantas que consumía. La pieza proviene de la localidad Islas Malvinas, en el departamento Puelén, al suroeste de la provincia de La Pampa.

La cámara sigue gatillando… retrata vértebras y huesos apendiculares, asociados y desarticulados, correspondientes a un único individuo: un sub adulto de unos cinco o seis metros de largo, tal como lo clasificaron González Coria y Silvio Casadío hace unos años.

Descubrir

Penélope explica que la gente cree que el trabajo del paleontólogo es sólo descubrir piezas nuevas. “Que tu describas un material y le pongas un nombre no significa que se haya acabado el trabajo… se le puede ir sacando nuevas informaciones”.

“Yo estoy aquí revisando el material y sacando nuevas informaciones que tienen las piezas… Estoy haciendo trabajo de tomografía… estoy metiendo algunas piezas en tomógrafos para ver qué información me da de la estructura interna de algunas piezas”.

Para darse una idea, Penélope cuenta que con una tomografía de un cráneo se puede hacer una reconstrucción y establecer cómo sería el cerebro de ese individuo ya fosilizado.

Cuenta que está trabajando con piezas de unos 60 a 80 millones de años de historia.

“Lo bueno de la ciencia es que nunca vas a tener todo escrito, todo terminado… siempre vas a estar reescribiendo y obteniendo nuevos conocimientos”.

Texto y fotos: Pablo D’Atri

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