Trabajo y Desarrollo

El trabajo para el desarrollo humano debe ser sostenible, igualitario, inclusivo y decente, dice concluyente el último Informe sobre Desarrollo Humano de Naciones Unidas, que aclara que “algunos tipos de trabajo contribuyen al desarrollo humano y otros no”. Argentina, según datos de 2014, obtuvo la clasificación más alta en el continente del Índice de Desarrollo Humano (IDH) y la número 40 en el mundo.

De los más de 7.400 millones de habitantes del planeta, 3.200 millones tienen un empleo, dice el Informe sobre Desarrollo Humano 2015 (IDH2015). Como hace 25 años, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) publica completas investigaciones sobre distintas problemáticas mundiales. El que se presentó a principios de este año y que fue elaborado con datos hasta el 2015, aborda el “trabajo al servicio del desarrollo humano”.

El “Informe sobre Desarrollo Humano para América Latina y el Caribe 2016”, que actualmente está elaborando el PNUD, considera que la reciente reducción en el ritmo de crecimiento económico de la región generará que 1.5 millones más de hombres y mujeres caigan en la pobreza hasta el fin del año. Estos “nuevos pobres” se sumarán a los 1.7 millones de latinoamericanos que ya cayeron en la pobreza (viviendo con menos de $4 dólares al día) en 2014.  Esto sucede “por primera vez en la década”, según afirma de PNUD.

Con una mirada amplia, el IDH2015 analiza el modo en que el esfuerzo del hombre puede mejorar el desarrollo humano: “El trabajo permite a las personas ganarse el sustento y tener seguridad económica. Es vital para lograr un crecimiento económico equitativo, la reducción de la pobreza y la igualdad de género. También permite a los ciudadanos participar plenamente en la sociedad y les confiere un sentido de dignidad y valía personal. El trabajo puede contribuir al interés público; y el trabajo que implica cuidar a otras personas fomenta la cohesión y crea vínculos en las familias y las comunidades”.

Desarrollo

El trabajo es algo más que el empleo. “El vínculo entre el trabajo y el desarrollo humano es sinérgico. El trabajo mejora el desarrollo humano ya que proporciona ingresos y medios de vida, reduce la pobreza y permite un crecimiento equitativo. El desarrollo humano, al mejorar la salud, los conocimientos, las capacidades y la concienciación, aumenta el capital humano y amplía las oportunidades y las opciones.”

El problema que expresa el IDH2015 es que las condiciones de trabajo no tienen relación directa con los beneficios y la distribución de la riqueza. Un ejemplo es el de la industria primaria (agricultura, pesca, silvicultura…). Este emplea a más de 1.000 millones de personas en todo el mundo (que genera la mayoría de los alimentos del planeta) pero gran parte de la masa laboral recibe menos de 1,25 dólares diarios de paga.

Por eso el PNUD afirma que las posibilidades de trabajo sostenible se relacionan con las políticas de distribución de la riqueza. Sin embargo, aclara, el panorama resulta por demás complejo. Según señala el Informe, en el mundo del trabajo, los salarios son inferiores a la productividad y la participación de los trabajadores en el ingreso nacional ha ido disminuyendo. “Actualmente, cerca del 80% de la población del planeta posee solo el 6% de la riqueza global. Es probable que en 2016 la participación del 1% más rico de la población en la riqueza mundial supere el 50%”.

El Informe sobre Desarrollo Humano 2015, elaborado por el PNUD, ubicó a Argentina en el lugar más alto de los países de América Latina en materia de Desarrollo Humano, seguido por Chile (42), Uruguay (52) y Brasil (75). A nivel mundial, ocupa el puesto 40 del ranking global (sobre un total de 160 países).

“Argentina es el país con mayor desarrollo humano de América Latina. El país pasó del puesto 49 al 40 en la nueva edición del Informe sobre Desarrollo Humano de la ONU”, publicó el diario Clarín el 15 de diciembre de 2015. “Junto con Chile (42°), la Argentina forma parte del grupo de países con desarrollo “muy alto”. Encabezan la lista Noruega, Australia, Suiza, Dinamarca y los Países Bajos”, agregó.

Trabajo “sostenible”

El “Objetivo de Desarrollo Sostenible” tiene vinculación directa con el “Trabajo Sostenible”. Expresado en metas, señala que se debe “promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos”.

La situación mundial está cambiando, agrega el PNUD. Según el organismo internacional, las economías de los países “emergentes” aumentaron en los últimos diez años de un 46% en 2004 a un 57% en 2014. Sin embargo “las desigualdades han aumentado, la seguridad humana es más frágil y el cambio climático está afectando a un mayor número de vidas humanas.”

Demandando “estrategias de empleo nacionales”, el IDH2015 dice que, para mejorar el desarrollo humano a través del trabajo se necesitan políticas concretas y un programa de acción. “Las políticas elegidas para mejorar el desarrollo humano a través del trabajo deben elaborarse en torno a tres grandes dimensiones: la creación de más oportunidades de trabajo para ampliar las opciones laborales; la garantía del bienestar de los trabajadores para reforzar la relación positiva entre el trabajo y el desarrollo humano; y acciones específicas para hacer frente a las dificultades de grupos y contextos concretos.”

Por último, el Informe concluye que el trabajo puede mejorar el desarrollo humano cuando las políticas ofrecen mayores oportunidades de trabajo productivo, remunerado y satisfactorio, mejoran las competencias y el potencial de los trabajadores y garantizan sus derechos, su seguridad y su bienestar.  “El trabajo al servicio del desarrollo humano va más allá del empleo, pero el desarrollo humano también consiste en aumentar las posibilidades de elección de las personas y garantizar que tengan oportunidades. Esto implica asegurar que haya oportunidades de trabajo adecuado y de calidad a disposición de las personas que necesitan y desean un trabajo remunerado”, dice.

Texto: Pablo D’Atri
Ilus.: Bibi González

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