Cazando en las pampas

Durante el 2012 se declararon un millar y medio de trofeos de caza mayor provenientes de cotos y campos de La Pampa. Sin embargo serían muchos más si se agregan los que no se declaran.

Concebida como "el paraíso de los cazadores", en La Pampa (Patagonia Argentina) la actividad moviliza a cientos de cazadores. Algunos vienen del extranjero, otros de provincias vecinas y muchos son locales, y movilizan una economía que deja algunos millones de pesos anuales.

En el año 2012, la Dirección de Recursos Naturales del Gobierno de La Pampa habilitó 49 cotos de caza de distintas categorías y 104 campos. Hasta allí llegaron cazadores extranjeros, principalmente de Estados Unidos (115), seguido por europeos (más de 26) y de otros países de Latinoamérica.

También arribaron de distintas provincias argentinas. Un importante número lo hizo desde Buenos Aires (162 cazadores), aunque también de Córdoba (111) y Santa Fe (40).

Los cotos declararon unos 1.274 trofeos en el 2012 y los campos 173 trofeos. Los ciervos colorados representaron más de la mitad de los animales cazados, unos 781 en total. Los antílopes, fueron la segunda especie con 225 trofeos presentados.

Los cotos declararon además unos 121 trofeos de "domésticas", 103 trofeos de jabalíes, 89 ciervos dama, 74 búfalos, 35 ciervos axis, 22 muflones y 8 pumas (de cotos con criaderos habilitados, ya que es una especie que tiene vedada su caza).

"Los números reales son otros", dijo un amante de la caza que prefiere no identificarse. "Calculá que los cazadores declaran el trofeo que se llevan pero matan más animales", explicó. "Por lo menos el doble son las piezas cazadas en los cotos y campos, y varias veces más si se suman las que se matan de manera ilegal", siguió contando el cazador.

Para tener una dimensión del fenómeno basta con conocer el número de perros listos para cazar. Se calcula que existen unos 500 cazadores con jauría, aunque no todos legalizan la actividad. "Cada uno tiene unos 7 perros en promedio… son más de 3.000 perros que hay en La Pampa", dijo el anónimo cazador que aclaró que el prefiere matar con un arma a la presa y no utilizar a los perros: "es muy cruel cazar con jauría", aclaró.

Texto: Pablo D'Atri

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