Heladeras eficientes

Según un estudio de la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), la incorporación a partir de 2006 de las etiquetas de eficiencia en las heladeras y freezers permitirá, al 2020, ahorrar la energía que genera la central nuclear de Atucha I.

A la hora de elegir una heladera pocos compradores saben que los refrigeradores y freezers representan aproximadamente el 30% del promedio del consumo eléctrico del sector residencial en la Argentina.

La etiqueta informativa se encuentra adherida al producto y por medio de un gráfico indica si el modelo es eficiente o no, a través de un esquema de letras y colores en el que la letra "G" y el color rojo corresponden a modelos de menor eficiencia y la "A" y el verde, a los modelos más eficientes. La diferencia de consumo entre clases de eficiencia es importante: una heladera clase G consume más del doble de energía eléctrica que una heladera clase A.

Pero dado que la etiqueta también brinda información que puede resultar confusa, aquí se explica cada ítem:

Fabricante: Marca o nombre comercial del producto.

Clase de eficiencia energética: Clase de eficiencia energética a la que pertenece el aparato, determinada a partir de una letra que va de la A (más eficiente) a la G (menos eficiente). Eficiencia de la heladera: "A" es mejor que "B", y así sucesivamente. En tan solo una letra, se resumen las prestaciones y su capacidad de ahorro eléctrico.

Consumo de energía kWh/año: Cantidad de energía que consume el aparato de refrigeración por año.

Volumen de alimentos frescos: Capacidad de almacenamiento de alimentos de todos los compartimientos, cuya temperatura de funcionamiento es mayor a -6ºC (compartimientos sin estrellas).

Volumen de alimentos congelados: Capacidad de almacenamiento de alimentos congelados de todos los compartimientos cuya temperatura de funcionamiento es menor

a -6ºC (compartimientos clasificados con estrellas).

Temperatura de los compartimientos: La temperatura de los compartimientos para almacenar alimentos frescos es mayor a -6ºC y no tienen estrellas, mientras que la temperatura de los compartimientos para alimentos congelados se indica por medio de la cantidad de estrellas.

El símbolo de cuatro estrellas que se muestra en la columna de la derecha indica que estos compartimientos son capaces de disminuir la temperatura de una determinada cantidad de alimentos a -18ºC en 24 hs y también son adecuados para almacenar alimentos congelados a -18º C. La cantidad de estrellas de la heladera indica la temperatura mínima que logra en condiciones normales de uso.

Nivel de ruido: Indica el nivel de ruido aéreo emitido por el equipo.

Clase de clima: Indica el rango de temperatura ambiente recomendado para el funcionamiento óptimo del aparato. El clima que figura en la heladera indica el ambiente para el que fue diseñada y que provee su mejor desempeño.

Debido a que estos productos constituyen una importante parte del consumo eléctrico a nivel mundial, son numerosos los países que están aplicando sistemas de etiquetado de eficiencia energética para informar a los compradores sobre la energía que consumen estos y otros productos. Así, es posible elegir el modelo que preste el mismo servicio consumiendo menos energía, cuidando el bolsillo y a la vez ayudando a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, principal causa del calentamiento global.

En Estados Unidos la reducción del consumo de energía del parque de heladeras alcanzó un 74% en un lapso de 25 años, a partir de estándares de eficiencia mínima que eliminan la venta de modelos ineficientes, complementados por el sistema de etiquetado. También se lograron grandes ahorros en los países de la Unión Europea, cuyo modelo adoptó la Argentina cuando implementó el sistema de etiquetado de eficiencia energética en 2006.

Estos electrodomésticos fueron los elegidos para lanzar el programa a nivel nacional, ya que tienen una importante participación en el consumo eléctrico de nuestro país. Más tarde, se sumaron las lámparas y equipos acondicionadores de aire.

Un ahorro astronómico

Para conocer mejor los beneficios de la aplicación de este sistema, Fundación Vida Silvestre Argentina trabaja con una investigación que lleva a cabo el Departamento de Electrotecnia de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires. La misma estudia el impacto en el ahorro de energía a partir de la implementación de la etiqueta en heladeras y freezers.

Según la proyección realizada por este trabajo, el etiquetado de ambos productos tuvo grandes beneficios y podría significar un ahorro energético al 2020 de entre 2,5 a 3,9 TWh/año. "Este ahorro equivale al 2,5% del consumo total actual de energía eléctrica de nuestro país", explica Carlos Tanides, responsable del Programa Clima y Energía de Vida Silvestre.

Si se lograra ese nivel de ahorro de aquí al 2020, significaría el equivalente (y posiblemente más) a la energía que produce una central nuclear como Atucha I.

El estudio también confirmó que el solo hecho de comenzar a etiquetar, forzó a los fabricantes a introducir variantes en los modelos de estos aparatos que habrían dado lugar a un ahorro de 32%, en promedio, por modelo.

Por eso, al momento de comprar una heladera es importante informarse sobre su nivel de eficiencia para elegir un modelo que consuma menos energía. En sitios como Ecoeficiencia (en www.vidasilvestre.org.ar), página web desarrollada por Vida Silvestre, el consumidor puede conocer el nivel de ahorro de los modelos de heladeras disponibles actualmente en el mercado, encontrar el detalle de la etiqueta de cada producto (también de aires acondicionados y lámparas), la energía que consume el equipo y cuál es el más eficiente. (Revista Vida Silvestre N 118 / Fundación Vida Silvestre Argentina)

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