El puente colgante de Cuzco Q'eswachaka fue declarado patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO. Elaborado a partir de fibras de ichu (forraje) trenzado, se sitúa sobre el río Apurímac y forma parte de un tramo del sistema vial andino, conocido como ''Qhapaq Ñan''.
El pasado sábado, 7 de junio, la Ministra de Cultura de Perú hizo entrega de la resolución de la UNESCO que declara al puente colgante Q'eswachaka, ubicado en la región de Cuzco, como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad. El puente es renovado anualmente por las autoridades y la comunidad de Quehue, por lo que la resolución incluye al ritual cultural como parte del reconocimiento.
Los presidentes de las comunidades de la zona son quienes dirigen el proceso de renovación del puente, que este año culminó el mismo día que recibieron la resolución. Cada año el ritual se repite e incluye ofrendas que son llevadas adelante por un sacerdote local y moviliza a miles de habitantes del lugar. El puente de Q’eswachaka, elaborado a partir de fibras de ichu trenzado, se sitúa sobre el río Apurímac y forma parte de un tramo del sistema vial andino, Qhapaq Ñan.
La ceremonia de renovación del puente, que está ubicado a 3.700 metros sobre el nivel del mar, se remonta a los Incas. El ritual incluye la todas las familias de la zona, quienes recolectan las fibras y fabrican las sogas utilizadas en la confección final del puente. La tradición indica que cada año unos veinte jóvenes, de cuatro comunidades, aprenden las técnicas de construcción, garantizando así la preservación del rito.
"El mundo admira y valora vuestro compromiso ancestral de mantener viva la herencia de la cultura inca, renovando cada año este hermoso puente por el cual transitaron nuestros incas para construir el gran Tawantinsuyo del que hoy nos sentimos orgullosos", expresó la ministra de Cultura de Perú, Diana Álvarez Calderón, durante su discurso de entrega de la resolución.
Son cuatro las comunidades involucradas en el ritual, que atravesadas por la misma cultura y tradición reafirman cada año el compromiso con sus ancestros y con las generaciones futuras. Con el claro propósito de que sus raíces perduren, a pesar del paso del tiempo.
Fuentes: EFE - Terra
