“No al horno pirolítico”, fue la conclusión anunciada por el actual Secretario de obras Públicas de la Municipalidad de Santa Rosa. Luego de consultas y de las exposiciones en la Audiencia Pública, los funcionarios tomaron esta decisión con respecto a la tecnología del tratamiento final de los residuos patológicos.
Javier Schlegel, secretario de Obras, Servicios Públicos y Planeamiento Urbano de la Municipalidad de Santa Rosa, convocó a la prensa y anunció que en lugar de incinerar la basura hospitalaria la tratarán con autoclave, la triturarán y luego la enterrarán.
A tono con el pedido de las organizaciones ambientalistas, gremios, vecinos en la Audiencia Pública, y la reunión mantenida entre concejales y diputados del oficialismo y la oposición días atrás, el gobierno resolvió dejar de lado la idea de instalar un nuevo horno pirolítico para tratar los residuos que producen los centros de salud tanto públicos como privados.
Los argumentos anti-incineración que Schlegel escuchó durante toda la audiencia pública que se realizó la semana pasada, sumado a consulta a especialistas, llevaron a que el gobierno municipal evaluara otro tipo de técnica final a la incineración, medida propuesta por la consultora de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam).
El funcionario anunció que como alternativa al incinerador implementarán un sistema de autoclave (esterilización con vapor a altas temperaturas) para volver inocuos los residuos, y un triturador para reducir el volumen de los mismos. “Escuchando la opinión de los vecinos como creo que siempre lo hemos hecho, y transmitiendo las ideas, es que se está pensando en apuntar hacia otro camino. Uno que no implique trabajar con el horno pirolítico para el tratamiento de residuos patológicos, ya que ello nos favorece en muchos sentidos, y uno de ellos, tiene que ver con liberarnos del condicionante del alto consumo de gas que tiene el horno, con respecto al autoclave, que solo requiere energía y agua”, sostuvo Schleger.
Disposición final
En cuanto a la disposición final de estos residuos peligrosos, el funcionario señaló que todavía no está definida pero las opciones serían: el predio del hospital Lucio Molas (en el edificio donde hasta 2011 funcionó el viejo horno pirolítico, hasta que expló y quedó fuera de servicio), o el relleno sanitario. La primera alternativa resultaría más económica, según explicó, puesto que no habría necesidad de construir un nuevo edificio, ya que se utilizarían las instalaciones existentes.
El secretario reveló que la decisión comunicada fue dialogada con el Centro Cívico (Gobierno Provincial), que ahora estudia cómo financiar la compra de los dos sistemas y qué lugar es el más adecuado para la disposición final. Schlegel recordó que salud pública es la generadora de más del 50% de los residuos de este tipo.
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