Un día en el museo

Ingresar al Museo de Historia Natural de La Pampa, en pleno centro de Santa Rosa (La Pampa), es adentrarse a un espacio y a un tiempo… La Naturaleza, el hombre, objetos... todo en un lugar de puertas abiertas.

"Lo que se trata de mostrar en este museo es el patrimonio natural de la provincia de La Pampa. Nosotros tenemos por objetivo, mostrarlo, cuidarlo y hacerlo conocer para que después la población, los dueños de este patrimonio, puedan utilizarlo y cuidarlo”, cuenta Mónica Becerra, directora del Museo Provincial de Historia Natural de La Pampa.

Si bien la visita comienza con una lámina del “Big Bang” y un repaso por las eras geológicas, que busca que los chicos se ubiquen en tiempo y espacio, resulta difícil abstraerse de la imponente figura del gliptodonte, que ocupa el centro del hall de ingreso. La réplica artesanal marca presencia e impacta en una bienvenida que es solo el comienzo de un viaje histórico por cada rincón de La Pampa.

Diariamente el museo recibe a grupos de chicos, que desde toda la provincia, llegan para ver de cerca la historia. Primero se hace un recorrido general, a cargo del docente, y en una segunda visita se hace un recorte, en el que se puntualiza sobre algún aspecto en particular. Fundado en 1935, el Museo de Historia Natural de La Pampa, que depende de la Subsecretaría de Cultura, del Ministerio de Cultura y Educación del Gobierno de La Pampa, fue construyendo su identidad con el paso de los años.

“El museo es del año ‘35. Comenzó como un espacio regional donde había de todo y de a poco se fue haciendo más específico. Ahora es museo de historia natural y pampeano, por lo que no exhibimos ninguna especie que no corresponda a la provincia”, destaca Mónica.

A tono con las nuevas tendencias, el espacio logra ser atractivo para los visitantes. “Ahora hay una concepción diferente, se muestra menos, se muestra mejor, se cambian las muestras... y así tenés público siempre”, agrega.

Museo por la Inclusión

Cabe destacar que las modificaciones que se hacen en el museo, aparte de aportar una mayor claridad en los conceptos, y hacerlos más dinámicos, contienen un rasgo muy importante que es la inclusión. Por ejemplo, las maquetas cuentan con texturas variadas y relieves para que las personas ciegas puedan apreciarlos. En breve se sumarán etiquetas en sistema Braille.

De visita al museo

Los niños que van por primera vez, vuelven al poco tiempo, pero esta vez, acompañados por algún familiar. “Los chicos son la fortaleza más grande que tenemos”, comenta Mónica y agrega que, además de los chicos de las escuelas, todos los domingos llegan grandes y niños: “el chico que vino con la escuela después vuelve con los padres, abuelos, tíos...”

Animales vivos

El lugar cuenta con un espacio especial donde están alojados los animales vivos. “El objetivo es que los reconozcan después en el campo. Solo se mantienen los animales que vemos que con el tiempo están bien. Cuando pierden calidad de vida se devuelven a sus lugares de origen”, señala Mónica.

El Museo está en constante movimiento. Sus pasillos regalan vida y su música son las reacciones de los chicos, quienes expresan su sorpresa ante la diversidad de cada sala. “¡Es un lugar lindo! Es un lugar en el que dan ganas de estar”, menciona con orgullo y los ojos brillosos, Mónica, mientras vuelve a su oficina para seguir el ritmo de la mañana, una mañana fría, pero puertas afuera.

Texto: Martin Kardaz

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