Un grupo de arquitectos recién recibidos diseñó una máquina capaz de reciclar casi todo tipo de botellas de plástico. El invento es capaz de procesar casi todos los plásticos de uso diario, por lo que ayudará a mitigar la contaminación.
Un grupo de nuevos profesionales egresados de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires desarrolló una máquina recicladora de plásticos. “PETIT”, como la denominaron, es capaz de pinchar, aplastar, triturar y almacenar hasta 40 kilos (unas 2000 botellas) en una sola bolsa de consorcio, cuando en la actualidad ocupan unas seis o siete.
En Argentina, de acuerdo a un artículo publicado por la agencia CTyS, se consumen 180 mil toneladas de envases PET por año, de las cuales se recicla un 30 por ciento, dicho material necesita de 100 a 1000 años para degradarse, por lo que la solución es el reciclaje.
“La idea fue ofrecer una alternativa para transportar ese plástico, ya que el principal problema es el traslado”, explica Sergio Fasani, uno de los miembros del equipo. Además, el diseñador destaca que la máquina tiene una capacidad industrial pero “cuenta con un sistema de seguridad para que pueda ser utilizada por cualquier persona sin correr riesgo alguno”.
“Petit” funciona de la siguiente manera: la botella ingresa al artefacto donde se la pincha para sacarle el aire, se aplasta parcialmente y por último es triturada por cuchillas. De esta manera se logra disminuir el volumen y garantizar la utilización del espacio, el plástico resultante es trasladado luego por las cooperativas hacia las plantas de reciclaje.
De acuerdo a uno de los diseñadores de la máquina de reciclaje, la idea fue “acercar a los usuarios la posibilidad de transformar el producto, y que sean conscientes de que las cosas que uno tira al tacho de basura no desaparecen, sino que es un material que puede convertirse en nuevos productos”.
“Petit” está pensada para espacios públicos, patios de comida y estaciones de subte o tren, que son lugares donde existe un consumo masivo de botellas PET.
“Ya hemos sido contactados por municipios y empresas privadas que se interesaron por el proyecto”, aseguró Fasani a CTyS. Actualmente, los diseñadores se encuentran a la espera del financiamiento que les permita fabricar una primera serie de máquinas para instalarlas en los espacios públicos y así fomentar esta opción ecológica de reciclaje.