No al Acuerdo Minero

Organizaciones ambientalistas de Argentina manifestaron su oposición al nuevo Acuerdo Federal Minero propuesto por el Gobierno Nacional. Señalan que carece de una mirada integral de la situación minera actual del país, avanza sobre las autonomías provinciales, además de priorizar la renta económica por sobre dimensiones sociales y ambientales.

 

La Fundación Ambiente y recursos Naturales (FARN), la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas (AAdAA) y Greenpeace Argentina, acompañadas por numerosas organizaciones y referentes sociales, manifestaron su rechazo al “Acuerdo Federal Minero” impulsado por el gobierno de Mauricio Macri.

“El acuerdo propone la consolidación de un modelo minero de enclave y netamente extractivita. Un modelo ideado y gestado en la década de los noventa, sostenido en la primera década de siglo XXI y profundizando en esta gestión a costa de la naturaleza, los territorios y los derechos de las comunidades locales”, dice el texto suscripto por decenas de organizaciones.

Bajo el título “Nos oponemos al nuevo acuerdo federal minero”, ambientalistas y referentes sociales denuncian que pretende “avanzar con la actividad minera en aquellas provincias que ya definieron otro modelo de desarrollo”. Además, “busca limitar las autonomías provinciales en aquellas jurisdicciones que cuentan con regulaciones que prohíben la minería a cielo abierto o el uso de sustancias toxicas en los procesos extractivos, así́ como también pretende acallar y avasallar la resistencia social al desarrollo de este tipo de actividades de alto impacto ambiental”.

Gonzalo Strano, de Greenpeace, denuncia que el Acuerdo “propone la consolidación de un modelo minero de enclave y netamente extractivita”. Por su parte Enrique Viale, de AAdAA, alertó que la propuesta del Gobierno Nacional “pretende acallar y avasallar la resistencia social al desarrollo de este tipo de actividades de alto impacto ambiental".

El documento finaliza diciendo que “la falta de políticas ambientales promueve un modelo de desarrollo que no solo contradice a los compromisos internacionales en materia ambiental y climática a los que nuestro país adhiere, sino que acentúa la extracción irracional, genera contaminación y daño ambiental, y deja allí́ donde pretenda ser llevado a cabo.”

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