Incendios y vegetación

A medida que se pierden los bosques aumentan los pastizales originados por el fuego, dicen investigadores de la UNSE que estudian zonas de incendios y su relación con la vegetación nativa. El trabajo ya está generando una base de datos fundamental para los organismos de control ambiental.

La provincia de Santiago del Estero es víctima de una creciente degradación de sus coberturas vegetales nativas, es decir, sus bosques, arbustales y pastizales. El incremento de pastizales originados por el fuego es una consecuencia del uso indiscriminado de la tierra con finalidad agropecuaria.

Es por esto que investigadores de la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE), estudian el comportamiento del fenómeno del fuego en relación con el ambiente, su detección y caracterización en el espacio y en el tiempo. Para ello, se valen de conocimientos y técnicas de "Percepción remota", un proceso por el que se adquiere información sin necesidad de entrar en contacto con el fenómeno estudiado.

Los investigadores utilizan Sistemas de Información Geográfica -SIG, sistema de hardware, software y procedimientos elaborados que permite manipular las imágenes provenientes de satélites-, que aportan información para establecer un sistema de control ambiental y así habilitar la producción de modelos que muestren dónde, cómo y cuánto es el comportamiento de la vegetación, el del fuego y cómo se asocian en el tiempo. El conocimiento del ritmo quincenal, mensual, estacional y anual del comportamiento de las coberturas vegetales de la provincia es de gran trascendencia para conocer el sistema productivo natural de la vegetación.

El fuego genera enormes alteraciones a escalas microclimáticas por el aumento del albedo, un proceso por el que la cobertura del suelo, eliminado el bosque, emite mayor radiación a la atmósfera. En este “mosaico natural”, con la quema de pastizales se producen desbalances que afectan fuertemente a la naturaleza.

El proyecto se propone zonificar el fenómeno del fuego en Santiago del Estero elaborando una serie de mapas para establecer cómo varía la actividad térmica, traducida en puntos de alta temperatura llamados hot spot -puntos calientes- que, al tratarse estadísticamente y espacialmente, proveen información acerca de la densidad del fuego. Además se prevé realizar una especie de resumen de la compleja actividad de la flora a partir del análisis de series temporales con datos satelitales.

De este modo se obtendrá una base de datos geográficos de diferentes épocas (años, meses, estaciones), para lo que se adaptaron bases de datos de índole climática que investigan las relaciones fuego/vegetación/clima. Este estudio corresponde a un período de 8 años de observaciones diarias, resumidas en períodos de diez días.

Con esta investigación podrán definirse áreas de peligro de expansión de los fuegos, zonas de contaminación atmosférica por humos y diversos gases de la combustión producidos por los materiales vegetales que se queman, utilizables como información para todos los organismos responsables del control ambiental. Además de cubrir un área gris del conocimiento respecto al funcionamiento de eventos en el ecosistema chaqueño-santiagueño, lo que posibilitará mejorar la percepción del problema.

La investigación estableció que existe una relación importante entre las condiciones climáticas y el uso del fuego, que se manifiesta con mayor fuerza cuando la vegetación se encuentra con baja humedad, momento en el que se produce la mayor parte de los fuegos. Hay una marcada concentración de la actividad térmica (focos de calor) en los departamentos del este santiagueño, decreciendo la proporción en el noroeste, el suroeste, el sur, y finalmente en menor medida en el centro de la provincia. La mayor expansión de la deforestación en los últimos años se verificó en el Departamento Moreno.

Se determinaron las zonas donde la disminución de forestación fue de mayores magnitudes y se caracterizaron las formas de las áreas quemadas, por sus patrones geométricos. Los bosques contribuyen de una manera positiva y decisiva en la protección del ambiente, al mantener un equilibrio en su productividad y con ello, en la captura y almacenamiento de carbono a lo largo de su vida. “Esta cuestión se ve ampliamente disminuida con la quema de especies arbóreas”, ratificaron a InfoUniversidades los investigadores del proyecto, cuyo director es el doctor en Ciencias Forestales, Hugo Raúl Zerda. (Argentina Investiga / María Gracia Fiorentino / Universidad Nacional de Santiago del Estero)

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