Día Mundial en crisis

Hace unos días, una importante multinacional de gaseosas anunciaba que en breve volvería a los envases NO descartables. “El precio del PVC y el aluminio para las latitas es a valor dólar”, dijeron y, devaluación mediante, anticiparon que las botellas de vidrio volverán a ser las vedettes en las góndolas de los supermercados...

(ECO.- 5 de junio de 2002). En los diarios, los comercios publicitan que recargan los cartuchos para las impresoras a chorro de tinta. “Recicle su cartucho”, dicen los avisos y destacan el costo final, menos de la mitad que uno nuevo.

En la juguetería, el dueño del local invita a comprar los últimos productos “importados” y se queja: “Aquí no hay fábricas de juguetes y más del 80 % llega de otros países”. De los 150 millones de dólares que facturaba este sector en el país, sólo un 18 % es de producción nacional, agregó.

Hoy, el “negocio” pasa por cuidar el auto más que en cambiarlo por un modelo más nuevo. Las casas de “todo por 2 pesos” apenas sobreviven. Ya no miramos el tacho de la basura cuando se rompe un aparato electrónico y recurrimos al técnico para tratar de salvarlo.

Aferrados a un pasado donde comprábamos sin mirar aún cuando miles de comercios y fábricas cerraban, nos hemos dado la cabeza contra el piso y cuesta creer que la “fiesta” terminó.

Las cacerolas pasaron muchos años escondidas en los armarios aun cuando había muchos motivos para golpearlas.

Nosotros desde aquí, observando al mundo con una mirada ambiental, con una mirada “ecológica”, hace tiempo que vemos cómo el país se va degradando, se va erosionando.

Hay recursos, humanos y naturales, que se extinguen, dijeron expertos y ecologistas. Hoy, esas personas y organizaciones repiten las mismas palabras.

Tal vez ahora, con un país que comienza a mirar hacia adentro, esas palabras tengan el valor que se merecen.

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