Asentamientos e intereses

Mientras en una extraña sesión del Concejo Deliberante de Santa Rosa los ediles de Cambiemos aprobaban una ordenanza a medida de los intereses inmobiliarios en un barrio "bien" de la ciudad, en otra parte de la ciudad ciento de familias se asentaban de manera precaria sin un techo para vivir...

Suplemento ECO (Julio de 2019)._ En una extraña sesión del Concejo Deliberante de Santa Rosa, del día 13 de junio, ediles de Cambiemos aprobaron una ordenanza para modificar el uso y ampliar el ejido urbano de la ciudad. Sin los votos del Partido Justicialista y del Frente para la Victoria, la normativa afectaba el Código Urbanístico de la ciudad y ampliaba el radio urbano (Expte. Nº 207-1/2018 y 351-3/2004 (HCD) y 9864/1994/1-10 (DE)).

La medida se proponía modificar el carácter de uso de algunas zonas y, también, cambiar la calificación de una buena parte de una una zona de rural en urbana (por ejemplo en la preciada “zona de quintas” entre Santa Rosa y Toay). Además, intentaba modificar las exigencias de las medidas de los lotes, pasando la unidad de los actuales 5.000 m2 a 600 m2 (con un alto impacto ambiental ya que multiplicaba por diez la presión en una zona sin servicios, como la red cloacal o de agua potable)

También en los últimos meses hubo un intento desde Cambiemos para modificar la afectación de los terrenos destinados a la construcción de la Autovía San Francisco de Asís, al sur de la ciudad capital. La obra proyectada es una interesante propuesta que ya está aprobada en cuanto al diseño y que dispone de las tierras para su ejecución (pertenecen al municipio). Mejorará la calidad de vida en una barriada de más de 20.000 personas que habitan al sureste de Santa Rosa ya que les otorgará una importante movilidad.

Finalmente las dos medidas impulsadas por Cambiemos en Santa Rosa fueron desechadas (una antes de ser presentada y la otra derogada por el Ejecutivo Municipal). Luego de tratativas de integrantes de la nueva gestión que asumirá la municipalidad a fines de este año, el intendente Leandro Altolaguirre desestimó estos dos intentos de uso de tierras a medida de los intereses inmobiliarios.

Estos hechos sucedieron en los mismos días en que cientos de familias se asentaron de manera desesperada y precaria en tierras inundables en las inmediaciones de la laguna Don Tomás. Mientras que en una situación se destinaron horas de planificación y desarrollo normativo, se realizaron reuniones y establecieron gestiones para responder a los intereses inmobiliarios, en la otra no hubo tiempo, reuniones, planes ni acciones. Y la diferencia no es menor.

A unos los motivan intereses económicos, mientras que a otros un techo donde vivir. (PD)

Lic. Pablo D’Atri

Director Suplemento ECO
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