Audiencia pública
En audiencia pública se discutió que hacer con la planta de residuos patológicos. El municipio pretende instalar un nuevo horno pirolítico mientras que organizaciones ambientalistas y algunos expositores se resisten rotundamente.
Por la tarde del lunes, alrededor de las 18:30 hs, se desarrolló la audiencia pública sobre la «construcción de la planta de tratamiento integral de residuos patológicos» en Santa Rosa. La misma tuvo lugar en el Consejo Deliberante de la Municipalidad capitalina. Dentro de la concurrida audiencia se encontraban profesionales de recursos naturales, periodistas de estudios ambientales, integrantes de distintas ongs locales y nacionales, entre otros.
La audiencia fue presidida por el secretario de Obras Públicas, Javier Schlegel. Se inscribieron 19 expositores (aunque algunos desistieron). La mayoría rechazó la instalación de un nuevo horno principalmente por el grado de contaminación que genera.
La comuna, sobre la base de un informe realizado por la Consultora de la UNLPam, pretende instalar una nueva planta al sur de la ciudad, cerca del Cementario Parque y dotarla de un horno pirolítico (para los orgánicos) y un autoclave (inorgánicos).
En voz de los expositores
El primero en exponer fue Leandro Altolaguirre, de la Asociación Alihuén. Advirtió de las consecuencias de la incineración y cuestionó al Gobierno provincial. «Los hospitales son los responsables del tratamiento. En este caso, sumado el municipio por recibirlos. Pero Salud nunca se hizo cargo. El problema de los residuos es que Salud Pública es muy irresponsable por el tratamiento. El municipio se hizo cargo de un problema que no le compete. La municipalidad no tiene injerencia en Salud», afirmó.
Roberto Záccara, también de Alihuén, reclamó que cada localidad se haga cargo del tratamiento de sus residuos patológicos, en vez de enviarlos a Santa Rosa.
Altolaguirre además cuestionó «una falta de rigor científico» por parte de los estudiosos de la UNLPam que realizaron el informe de impacto ambiental: entre otros puntos, por utilizar «mal los nombres» al no distinguir entre «horno pirolítico» y «crematorio», y por informar erróneamente sobre lo que establece una ordenanza de 2011 que prohibió la incineración de patológicos en la ciudad. Expresó también que hay alternativas al horno pirolítico: esterilización con autoclave y enterramiento.
Por su parte, Vladimir Moskat y Cecilia Bianco, de la ONG rosaria Taller Ecologista, tildaron a la incineración como “nefasta”. Plantearon que la ceniza es aún más contaminante que los mismos gases que genera el horno y que los controles de las emociones son casi impracticables por su elevado costo.
Recordaron que La Pampa tiene uno de los índices más altos de cáncer del pulmón en los hombres. «Un incinerador en esta provincia se sumaría a la problemática de cáncer de pulmón», agregaron.
Guillermo Di Liscia, consejal del Frepam, se sumó a los rechazos. Pidió que se discuta la ubicación y la tecnología a utilizar. Dijo que el «dueño» de los residuos es la provincia y el Ministerio de Salud es el que debe dar una solución al tema. «En esta reunión falta el ‘dueño’ del problema” afirmó.
El Comité Capital de la UCR y la ATE también rechazaron la propuesta. El gremio fundamentó su oposición al considerar al incinerador “una maquina de muerte” por las consecuencias que tiene sobre la salud.
En busca de una solución superadora
El comunicador Pablo D’Atri, integrante del centro de estudios ambientales EcoSur, especificó que a su entender lo importante es buscar una solución integral, dejando de lado las antinomias políticas. Y propuso la creación de una comisión para avanzar en una solución superadora. “Lo peor es no hacer nada y dejar la situación como hasta ahora, en la que los residuos se depositan en el relleno sanitario”.
Sumado a esto, Jorge Luis Marani, encargado del Departamento de Medioambiente y Zoonosis local recordó que el enterramiento debió hacerse como medida de emergencia por dos meses, y lleva cinco años. ”En 2008 pedimos que se declare alerta sanitaria y no se hizo. Ahora estamos pagando las consecuencias”. Y recalcó la “desidia» municipal de los distintos gobiernos. Y concluyó advirtiendo que la prioridad es la salud pública. “Es un plan de manejo sustentable en el tiempo. Que la gestión tome las riendas para darle una respuesta a la sociedad. Debemos proyectar un municipio ecológico y saludable».