Residuos Electrónicos

En Argentina se desechan unas 120.000 toneladas de basura electrónica por año. En la ciudad de Buenos Aires el número ronda los 7 kilos por persona (el doble que en el resto del país), debido, sobre todo, a la gran cantidad de empresas con sede en la Capital Federal.

Pero no es sólo una cuestión de volumen. La presencia de ciertos compuestos tóxicos en los artefactos eléctricos y electrónicos los tornan tan o más contaminantes para el ambiente que cualquier residuo orgánico.


Durante el año 2010 se vendieron un millón de televisores o LCD, unos 12 millones de teléfonos celulares, 1,2 millón de impresoras y cerca de 2,65 millones de computadoras (PCs, netbooks y notebooks).

Al ser dispuestos en un basural sin tratamiento previo, los metales pesados, sustancias halogenadas, clorofluorocarburos, bifenilos policlorados y policloruro de vinilo, entre otros elementos que suelen contener, migran hacia las napas de agua y el ambiente.

Los datos locales revelan que durante el año 2010 se vendieron un millón de televisores o LCD, unos 12 millones de teléfonos celulares, 1,2 millón de impresoras y cerca de 2,65 millones de computadoras (PCs, netbooks y notebooks). Las cifras advierten sobre la creciente demanda y la rápida obsolescencia de este tipo de artefactos, cuyo descarte responsable y marcos regulatorios resultan imperiosos.

Marco legal

El poder ejecutivo de la provincia de Buenos Aires promulgó la Ley Nº 14.321. La norma prohíbe tirar a la basura lámparas, pilas, celulares, computadoras y electrodomésticos en general, y evita la acumulación de las 50.000 toneladas de RAEEs que se descartan por año en la provincia.

La nueva legislación estipula la creación de un registro provincial de gestores de basura electrónica y la puesta en marcha de centros de recepción de desechos. El proyecto del senador provincial del GEN, Luis Malagama, establece un conjunto de pautas, obligaciones y responsabilidades para la gestión sustentable de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos en el territorio bonaerense. Toma como base lo establecido en el artículo 41º de la Constitución Nacional y el artículo 28º de la Constitución Provincial; en concordancia con lo establecido por el Convenio de Basilea, ratificado mediante la Ley Nacional 23.992 y las Leyes Provinciales 11.720 (Residuos Especiales) y 13.592 (Residuos Sólidos Urbanos).

Pero a nivel nacional todavía no existe la regulación que requiere la actual situación de producción y consumo de bienes electrónicos.

En este sentido, el INTI participó activamente en la elaboración del proyecto de ley nacional sobre RAEE del senador por el Frente para la Victoria, Daniel Filmus. La iniciativa regula en forma unificada la actividad y promueve la disposición ordenada de la basura electrónica por parte de los usuarios finales, y su recolección y posterior procesamiento.

El proyecto de Filmus (con media sanción del Senado y a la espera del tratamiento en la cámara baja), establece presupuestos mínimos para la gestión de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. También estipula la creación del fondo de gestión de RAEE y del Ente Nacional de Gestión.

INTI

La doctora Leila Devia, del Centro INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) Ambiente, explicó cuáles fueron los aportes del Instituto al proyecto de ley que regula la disposición de los desechos electrónicos y su reciclado. Explicó además, sobre las responsabilidades de los productores de los bienes, la fiscalización y las sanciones: “Resolver qué tratamiento asignar a los residuos electrónicos es una preocupación en todo el mundo y, particularmente, en las naciones de la región”.

Una fuente de Gestión Ambiental dijo que mientras una batería o un celular están en uso no contaminan. Pero si se los tira a un basural común y se rompen, pueden liberar ácidos o materiales tóxicos como mercurio, cromo o berilio, que afectan el agua y el suelo del relleno sanitario donde están. Esta consultora es una de las cinco empresas nacionales habilitadas por la Secretaría de Ambiente de la Nación que cuentan con una planta de reciclado de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEEs).

Región

Los profesionales del INTI también trabajan en este tema a nivel regional. La doctora Leila Devia explicó que “desde el año 2006, el INTI es huésped del Centro Basilea para América del Sur”. La especialista dijo que, conjuntamente con diez países de Latinoamérica, se ha consolidado un proyecto para hacer un inventario de los desperdicios electrónicos en la región (en inglés; e-waste).

En la región existen varios proyectos de ley referidos a la gestión de RAEE. “En Brasil, por ejemplo, encuadran a los e-waste en la categoría de residuos sólidos urbanos, pero casi todas las legislaciones le dan un rango especial”, señala Devia y precisó: “Son residuos que se generan en los domicilios, pero exigen tener un sistema de gestión especial”. (Fuente: Mariana Niszt (INTI))

Ilus.: Bibi González