Pasaron 20 años, 168 ediciones del ECO, pasaron personas, pasaron días soleados, pasaron tormentas, crecimos, nos achicamos, se fueron de estas tierras cientos de especies, se fueron amigos, encontramos nuevos…
Una voz y una herramienta necesaria
Los que seguimos en los medios las noticias sobre temas ambientales estamos acostumbrados a percibir una suerte de pensamiento casi único en el modo de abordar los temas y en las respuestas que suelen proponerse. El mensaje, repetido bajo innumerables formas, es el de apelar a la conciencia individual como forma de solucionar los mayores conflictos sociales de nuestro tiempo.
Que siga retumbando el ECO...
Siempre he tenido la convicción de que una persona, motorizada por su vocación y con la perseverancia de la voluntad puede hacer mucho para aliviar la crisis ambiental. También me consta una situación repetitiva: detrás de un proyecto valioso hay personas valiosas.
Un camino con prisa y sin pausa
Hace un poco más de 20 años que se acuñó la palabra biodiversidad. Hace mucho tiempo que algunos pocos intuyeron que los seres que nos acompañan necesitan de nuestra solitaria racionalidad para poder seguir compartiendo con ellos nuestra provisoria estancia en la Tierra. Así lo entendió Pablo D'Atri que comenzó a publicar el ECO, hace 20 años!