Morir de pie

Caminar por las calles de esta ciudad es ver un chico que nunca crece. Los árboles, casi todos, apenas tienen algunos años de vida. De la periferia al centro los árboles se van cayendo. Si hay ciudades que ya tienen cien años, ¿por qué no hay árboles que tengan una decena de años encima?...

(Publicado en el Suplemento ECO/diario La Arena, del agosto de 2006)._ Dos de cada tres argentinos tienen un celular y el que tienen en la mano en días lo cambian por un modelo más nuevo, con cámara digital, miles de mensajes de textos gratis y un mazo de cartas de Cards.

La cuestión es “ser modernos”.

Con sólo colocar en la vidriera "liquidación" se arman las colas y desde temprano son cientos los que se comen las uñas por llegar a comprar la ropa de moda.

La cuestión es ser moderno y ser moderno es sinónimo de consumo, de cambiar, de seguir la moda, de hacer del cambio un fin en si mismo.

Se caen los edificios y nadie dice nada. No importa si cien metros más allá hay terrenos vacíos y desocupados. No importa que estén de pie edificios que se caen a pedazos y tampoco importa que derriben construcciones que están bien plantadas. La modernidad todo lo arrasa.

Y los árboles no escapan a esta lógica.

En los bosques, al costado de las rutas y dentro de las ciudades, los árboles se caen. Las autoridades y los vecinos prometen que reemplazarán aquellos que extraen pero no dicen cómo recuperarán los 20 o 30 años de vida que tienen esas plantas.

En las ciudades soportan todos los males juntos. Si pueden escapar por algunos años a la rabia del jardinero improvisado en que se convierten muchos vecinos, rara vez pueden evitar la pala que cava y corta las raíces y los derriba.

Caminar por las calles de esta ciudad es ver un chico que nunca crece. Los árboles, casi todos, apenas tienen algunos años de vida. La moda, la oportunidad, la especie, las raíces, las veredas, las hojas, el otoño, la primavera… cualquier argumento es una buena excusa para sacarlos.

De la periferia al centro los árboles se van cayendo.

Si hay ciudades que ya tienen cien años, ¿por qué no hay árboles que tengan una decena de años encima?

Los árboles y las personas deberían morir de viejos, deberían morir de pie.

Lic. Pablo D’Atri

Director Suplemento ECO
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