Arroyos porteños

Tres chicos de una Escuela Técnica de San Martín, en el Gran Buenos Aires, presentarán en el Mundial Juvenil del Agua un proyecto para descontaminar los canales entubados.

Daniel Gramajo, de 18 años; Julián Zuñiga, de 19, y Ezequiel Solís, de 18, fueron elegidos por la Asociación Argentina de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente, luego de que presentaran un proyecto tan ambicioso que cuesta creerlo: desarrollaron una fórmula para sanear los arroyos entubados del Río de la Plata.

Según La Nación los alumnos trabajaron junto al profesor Raúl Carnero y al director del colegio Omar Alarcón, juntos idearon el proyecto denominado «Electrofotocatálisis, una propuesta tecnológica para el tratamiento de los vertidos de arroyos entubados en el Río de la Plata». Es un trabajo original, desarrollado por este seleccionado de jóvenes alumnos de la carrera Tecnología en Alimentos para descontaminar el agua mediante la utilización de electroquímicos en combinación con metodologías fotocatalíticas.

Se trata de un proyecto de alta dedicación, que no sólo incluye trabajo de laboratorio, sino que requiere buen conocimiento de inglés, ya que los estudiantes deben exponer en ese idioma en Estocolmo. Los alumnos de esta escuela técnica de San Martín se prepararon durante meses para enfrentar esta experiencia. El proceso electrofotocatalítico fue ensayado con efluentes reales de arroyos entubados, con toma de muestras de agua en los arroyos Vega, Medrano y Maldonado, de la ciudad de Buenos Aires.

«Los chicos plantearon una alternativa para disminuir los contaminantes que se descargan en el Río de la Plata desde unos 52 arroyos entubados de toda la provincia», explicó a La Nación el profesor Raúl Carnero.

«La contaminación es muy alta. Esto va a hacer imposible consumir agua del río de acá a unos diez años. La idea es generar una propuesta tecnológica para disminuir los contaminantes mediante un proceso moderno de activación de oxígeno e hidrógeno por luz ultravioleta», agregó el Profesor.

Los alumnos hablaron de los objetivos que persiguen. «La idea es que el agua, al fluir por las plantas que nosotros fabricamos, salga tratada con los parámetros que buscamos», puntualizó Solís. «Queremos abordar una solución para ayudar a las personas a mejorar su calidad de vida», dijo Zuñiga. Y Gramajo: «Nuestra idea es aportar al cuidado del medio ambiente. Queríamos llegar a una solución real a este problema y luego surgió la posibilidad de exponer el proyecto en Estocolmo».