Finalmente el gobierno de la ciudad de Buenos Aires tuvo que retroceder en sus iniciativas para instalar una planta de residuos en la Reserva Ecológica Costanera Sur. La decisión del gobierno de Macri llegó tras numerosas protestas de vecinos y de organizaciones ambientales.
Algunos días atrás el oficialismo porteño había presentado dos proyectos que proponían la desafectación de siete hectáreas de la Reserva Natural Costanera Sur, con el objetivo de instalar allí una base de recolección de residuos sólidos urbanos. Ante los reclamos de vecinos, y de organizaciones ambientales, quienes habían elaborado un comunicado conjunto, el gobierno de la ciudad retrajo su posición.
El anuncio se realizó el pasado martes en la Comisión de Medio Ambiente, según Página 12. La sesión estuvo enmarcada por la presencia de un nutrido grupo de manifestantes. Las iniciativas planteadas por el PRO marcan una paradoja entre el slogan “Ciudad Verde” y la posibilidad de reconvertir un importante sector de este pulmón verde en un depósito de residuos.
En dialogo con el mencionado diario, Enrique Viale, de la Asociación de Abogados Ambientalistas, destacó: “El gobierno retrocedió porque los proyectos eran indefendibles. Asistió mucha gente a la reunión, pese a que se convocó el mismo día en que jugaba Argentina”.
A pesar de haber reconsiderado la situación, y finalmente dar marcha atrás con las iniciativas, el subsecretario de Higiene Urbana, Mariano Campos anunció que el gobierno presentará un nuevo proyecto, en el que mantendrán las propuestas realizadas. Entre ellas, la afectación de un predio ubicado detrás del Autódromo, sobre la avenida 27 de Febrero, ribereña del Riachuelo, y un predio bajo la autopista AU7 Héctor Cámpora, desde la avenida 27 de Febrero hasta Coronel Roca. En todos los casos, la finalidad de la desafectación es “instalar y operar una base de recolección de residuos sólidos urbanos”.
