Alimentos al tacho

El desperdicio de alimentos daña el clima, el agua, la tierra y la biodiversidad.Los costes económicos directos pueden alcanzar 750 000 millones de dólares anuales, según un nuevo informe de la FAO.

Unas 1.300 millones de toneladas de alimentos se desperdician anualmente en el mundo. Esto no sólo provoca grandes pérdidas económicas, sino también un grave daño a los recursos naturales de los que la humanidad depende para alimentarse, advierte un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

“La huella del desperdicio de alimentos: impactos en los recursos naturales” es el primer estudio que analiza los efectos del despilfarro alimentario a nivel mundial desde una perspectiva medioambiental, centrándose, de forma específica, en sus consecuencias para el clima, el uso del agua y el suelo y la biodiversidad.

Alimentos a la basura

Cada año, los alimentos que se producen y que luego no se comen consumen un volumen de agua equivalente al caudal anual del Volga y son responsables de añadir 3.300 millones de toneladas de gases de efecto invernadero a la atmósfera del planeta.


54 % del desperdicio de alimentos en el mundo se produce en las etapas iniciales de la producción, manipulación y almacenamiento post-cosecha.

Además de estos impactos ambientales, las consecuencias económicas directas del desperdicio de alimentos (sin contar pescado y marisco) alcanzan la cantidad de 750.000 millones de dólares anuales, según los cálculos del informe de la FAO.

El 54 % de desperdicio de alimentos en el mundo se produce en las etapas iniciales de la producción, manipulación y almacenamiento post-cosecha, según el estudio. El 46 % restante ocurre en las etapas de procesamiento, distribución y consumo de los alimentos.

Como tendencia general, los países en desarrollo sufren más pérdidas de alimentos durante la producción agrícola, mientras que el desperdicio a nivel de venta minorista y del consumidor tiende a ser mayor en las regiones de ingresos medios y altos -donde representa el 35% promedio del desperdicio total- frente a un 10% promedio de las regiones de ingresos bajos.

Cuanto más tarde se pierde un producto alimentario a lo largo de la cadena, mayores serán las consecuencias ambientales, según la FAO, ya que al coste inicial de producción hay que sumar los costes ambientales incurridos durante el procesado, transporte, almacenamiento y cocción.

Causas

Los niveles más altos de desperdicio de alimentos en las sociedades ricas se dan porque no logra planificar las compras y, se compra en exceso o reaccionan exageradamente a las fechas de caducidad.

En los países en desarrollo, las pérdidas post-cosecha en la fase inicial de la cadena de suministro son un problema importante, que ocurre como consecuencia de las limitaciones financieras y estructurales en técnicas de recolección y en infraestructura de transporte y almacenamiento, junto a condiciones climáticas que favorecen el deterioro de los alimentos. (FAO)