Bosques del Mundo

 

En los últimos 15 años la superficie de bosques se redujo en 129 millones de hectáreas, unas nueve veces la provincia de La Pampa. Esto denuncia el Informe Mundial de Bosques 2016, de la FAO. La agricultura es la principal responsable y Argentina es uno de los países que seguirá perdiendo bosques. El desafío es integrar la agricultura a la sostenibilidad de los bosques, dice el organismo de Naciones Unidas.

Suplemento ECO (Agosto 2016)._ Según el informe «El estado de los bosques del mundo (SOFO) 2016», de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la superficie forestal mundial se redujo en los últimos 15 años un 3,1 %. Esto significa que se perdieron 129 millones de hectáreas de bosques, una superficie tan grande como nueve veces el territorio de la provincia de La Pampa.

La deforestación se acelera. Se calcula que en 5.000 años se perdieron 1.800 millones de hectáreas de bosques. El dato es que en los últimos 15 años se extinguió una superficie que representa 14 veces ese total.

La tasa de desforestación es alarmante: 1.800 millones en 5.000 años y 129 millones en sólo 15 años… Eso explica que la extensión total de los bosques ya no alcanza los 4.000 millones de hectáreas como había en 1990.

Pero el dato más destacado es el que repite reiteradamente el Informe 2016: la desforestación tiene como principal responsable el cambio de uso de la tierra, básicamente para la agricultura. Tanto que es casi equivalente la superficie que pierden los bosques a la que «gana» la agricultura. “Entre 2000 y 2010, la pérdida de bosques en la región de clima tropical (7 millones de hectáreas al año) fue similar al incremento de la superficie agrícola (6 millones de hectáreas al año)”.

Actualmente el planeta tiene un 37,7% de sus tierras destinadas a la agricultura, una superficie superior al 30,7% ocupada por los bosques y 31,6% destinadas a «otras tierras».

Producir sin desforestar

Si bien la tasa de pérdida neta de bosques a nivel mundial descendió, pasando de una media de 7,3 millones de  hectáreas anuales en la década de 1990, a 3,3 millones de hectáreas al año en el período 2010-2015, la deforestación sigue siendo motivo de profunda preocupación.

El desafío es  preservar los bosques a la vez que se promueve la agricultura y el desarrollo sostenible, propone la FAO. Para satisfacer la creciente demanda mundial de alimentos (el consumo de alimentos en el mundo aumentó un  40% desde 1990) y otros productos procedentes de la tierra serán necesarios territorios altamente productivos gestionados de forma sostenible. «Cuando se integran con sensatez en los territorios agrícolas, los bosques y los árboles permiten (…) aumentar la productividad de la agricultura (…) y ayudan a garantizar la seguridad alimentaria de cientos de millones de personas…».

José Graziano da Silva, director general de la FAO, afirma que «la planificación integrada del uso de la tierra proporciona un marco estratégico esencial para equilibrar los usos de la tierra».

En «El estado de los bosques del mundo (SOFO) 2016», la FAO destaca que es posible incrementar la productividad agrícola y la seguridad alimentaria y, al mismo tiempo, detener o incluso invertir la deforestación. «La planificación integrada del uso de la tierra es la clave para equilibrar sus usos, y deberá estar respaldada por políticas adecuadas para promover una actividad forestal y una agricultura sostenibles.»

Texto: Pablo D’Atri
Ilustración: Bibi González

 

Argentina
Según el Informe 2015 de la FAO, Argentina era el país número 90 entre los que más superficie boscosa perdieron en los últimos quince años.
En este Informe 2016 se menciona al país, junto a Brasil, Paraguay y Perú, entre aquellos que elimiaron bosques y aumentaron la superficie de tierra destinada a la agricultura. Según la FAO, estos 4 países perdieron 61.865 hectáreas a la vez que creció 32.068 hectáreas la superficie agrícola entre el 2000 y 2010.

 

El Informe 2016 señala que las causas de la deforestación en siete países de América del Sur, entre ellos Argentina, son la expansión de los pastos destinados al pastoreo extensivo. «El 71 % de la deforestación en estos países de América del Sur en el período 1990-2005 se debió a un aumento de la demanda de pastos; el 14 %, al aumento de la demanda de tierras de cultivo comerciales; y menos del 2 %, a la infraestructura y la expansión urbana», dice. «La expansión de los pastos causó la pérdida de al menos un tercio de los bosques en todos los países (…) En Argentina, la expansión de los pastos provocó la pérdida de aproximadamente el 45 % de los bosques a lo largo del período en cuestión y la expansión de las tierras de cultivo comerciales, más del 43 %.»