Cuando llegan los primeros calores, los incendios vuelven a ser noticia. Nunca fallan: desde noviembre hasta marzo, se “presentan” y queman miles de hectáreas de bosques, montes y pastizales. Siempre llegan. Reducir su impacto es “la tarea”.
Bajo las aguas
Después de las llamas llegaron las inundaciones. Parece una maldición bíblica pero no lo fue. El clima está cambiando y hace tiempo que se advierte que los fenómenos naturales serán cada vez más frecuentes e intensos. Sin embargo no hay prevención y nos estamos acostumbrando a apagar las llamas y a evacuar inundados.
Aguas residuales
En el mundo más del 80% de las aguas residuales se arroja sin tratamiento. En Argentina el porcentaje es aún mayor. Afectan la salud y el ambiente. Organismos proponen un tratamiento de las “aguas residuales” para que pasen de ser un problema “a ser parte de la solución”.
70% de los campos sin picadas
Más de 800 mil hectáreas quemadas y el verano recién comienza. Los pronósticos más optimistas dicen que es muy factible que se quemen un millón y medio de pastizales, montes y bosque sólo en La Pampa. Y al fuego “natural” se le suma el político.